Asia está de fiesta. Y.E. Yang, un coreano que iba para halterófilo, abandonó su silenciosa presencia en el US PGA para derrotar sin paliativos y en un domingo heroico al mejor golfista del mundo, Tiger Woods, quien deberá esperar al año que viene para elevar su cifra de "Grandes" a quince.
Tiger había ganado sus 14 títulos de "Grand Slam" desde el liderato la última ronda. El estadounidense así arrancó el torneo en Hazeltine (Minnesota), desde el liderato. Pero nada es eterno. Yang destrozó esa estadística. Yang es un héroe. Venció con tres golpes de ventaja sobre la megaestrella.
Vestido completamente de blanco, como salido de un obrador de panadería, Yang ganó su primer título de "Grand Slam" en el campo más largo en un "major" (Hazeltine) y el primero, también, para el golf asiático. El triunfo de Yang (hoy 70 golpes) escribe una nueva página en la historia del golf.
El ángel blanco coreano, con un gallo rojo serigrafiado en el hombro derecho, rompió el guión. El 'gallo rojo' ganó a "El Tigre". Tiger, en una pobre vuelta (74 golpes) y un deficiente manejo de los hierros, encarnó por primera vez la cruz de la decepción, después de liderar el torneo desde el inicio y con una ventaja para la ronda final de dos golpes.
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