Un vals ya antológico como es Vicenta que pertenece a Pedro Bocanegra con el acompañamiento de las guitarra de Wendor Salgado, Ronald Díaz, el contrabajo de Mariano Liy y la voz tradicional de Carlos Castillo quien nos hace además escuchar una estrofa poco difundida de este vals que se constituye en aporte invalorable para los acuciosos de nuestra música.
VicentaPedro A. Bocanegra
Tan pura como el agua
que brotó de un manantial;
en su amor cristalino,
que desechando el mal
y despreciando su cauce,
con que atraer intentaron
hacia el sediento y estéril arenal.
Eres tú la maravilla,
yo soy tu admirador,
contemplarte es mi deseo,
seductora del amor.
Eres tú la maravilla,
yo soy tu admirador,
contemplarte es mi deseo,
seductora del amor.
Deja que me acerque a tí
por piedad, por piedad,
deja que declare a tí
mi pasión, mi pasión.
Déjame adorada Vicenta,
postrarme a tus plantas
para implorar tu amor.
Déjame adorada Vicenta,
postrarme a tus plantas
para implorar tu amor.
Intermedio
Claro y juvenil resplandor
que nunca me falte tu reflector
yo te juro ser tu eterno esclavo
te amo y te idolatro cn eterno frenesí
yo te juro ser tu eterno esclavo
te amo y te idolatro cn eterno frenesí
Eres tú Vicenta querida
producto del candor
propia dueña de la gracia
yo siempre seré tu admirador
yo seré tu admirador
Deja que me acerque a tí
por piedad, por piedad,
deja que declare a tí
mi pasión, mi pasión.
Déjame adorada Vicenta,
postrarme a tus plantas
para implorar tu amor.
Déjame adorada Vicenta,
postrarme a tus plantas
para implorar tu amor.
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