Felipe Pinglo, gran compositor de inicios del siglo XX es considerado por los peruanos el “Padre de la música criolla”. Han transcurrido ciento veinte años de su nacimiento y Pinglo sigue cantando al barrio en el que vivió, al amor, a la pobreza, a sus amigos… a la vida misma.
El “Bardo Inmortal”, título máximo otorgado por sus fieles seguidores, inspiró sus canciones cual acuarelista pinta un cuadro, elaborando una estampa que bondadosamente refleja la realidad social de su tiempo.
Todas sus creaciones de excepcionales melodías se mecen en coloridos acordes que junto a sus letras que son prodigiosos poemas expresan el verdadero sentir de Pinglo.
Pero sin duda, en la cúspide se encuentra “Luis Enrique el Plebeyo”, obra que lo identifica y lo hace universal.
El vals “El Plebeyo” de Felipe Pinglo es al Perú como lo es el bolero “Noche de Ronda” (Agustín Lara) a México, el bolero “Lamento Borincano” (Rafael Hernández) a Puerto Rico, “Siboney” (Ernesto Lecuona) a Cuba, el bambuco “La Ruana” (Luis González y José Macías) a Colombia, la tonada “Ende que te vi” (Luis Bahamonde) a Chile o el tango “Melodía de Arrabal”(Alfredo Le Pera y Carlos Gardel) a la Argentina.
En el presente álbum el pianista Erick Gordillo utiliza el piano como instrumento para embellecer mucho más la obra del maestro Pinglo, con el cual se logra disfrutar de manera peculiar aquellas melodías impresas en los más selectos y exquisitos arreglos dentro de la técnica pianística para la interpretación de la música peruana.
Podrás escuchar:
1. El Huerto de mi Amada (Vals) 00:00
2. Pasión y Odio (Vals) 05:47 3. Claro de Luna – Bouquet (Valses) 09:46
4. Luis Enrique el Plebeyo (Vals) 14:38
5. Querubín (Polca) 19:56
6. Jacobo el Leñador (Vals) 23:58
7. Llegó el Invierno (Foxtrot) 28:51
8. El Espejo de mi Vida (Vals) 32:39
9. Amor Traidor (Polca) 37:44
10. La Morena Rosa Luz (Vals) 41:20
11. Amelia (Vals) 46:06
12. Los Tres Ases (Polca) 51:04
13. La Oración del Labriego (Vals) 56:11
Estas composiciones son parte del repertorio musical de todo criollo que siente como Pinglo al cantar sus valses, polcas y foxtrots en cada reunión; y esta vez tenemos la oportunidad de percibir esa música con una sensación distinta, como escuchándolo en aquellos viejos y elegantes salones del siglo pasado a través de la vibración de las cuerdas de un piano de cola. Felipe Pinglo Alva vive en su obra y en el corazón de todos los criollos.
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